- Las 200 PESETAS de 1980 "Clarín y el carbayón"
- Las 100 PESETAS de 1970 "Falla"; series salteadas
- Las 1.000 PESETAS de 1907 "El Ángel"
- Las 5.000 PESETAS de 1979; series de sustitución
- La PESETA de 1943 "Rey Fernando el Católico"
- Los billetes de "Juan Sebastián Elcano" en su 500 aniversario de la 1ª vuelta al mundo circunnavegada
- La Catedral de Burgos en el billetario español
-Los 400 REALES de VELLÓN de 1835; Banco de S. Fernando
-Las 1.000 PESETAS de 1979 "Pérez Galdós"
Contemplamos un peculiar billete de las últimas ediciones en pesetas de España antes de entrar en la Unión monetaria europea.
Vamos a ver el único billete que España emitiría con el valor de 200 pesetas, y el más pequeño de sus emisiones de la segunda mitad del siglo XX.
El billete de 200 pesetas de 1980, en una impresión casi monocromática anaranjada, nos ofrece en su anverso el rostro del escritor asturiano Leopoldo Alas, apodado y conocido como Clarín (ilustre escritor del s. XIX, docente como catedrático de Derecho en Zaragoza y
Oviedo y reconocido por su obra cumbre, la novela “La Regenta”).
Su reverso es para el árbol recordado como “carbayón” junto a la representación de la cruz de la Victoria de Oviedo. El carbayón (ahora gentilicio popular de los ovetenses) era un viejo roble centenario de gran simbolismo para Oviedo. De hecho, con un porte de 9 metros de perímetro circular en la base, casi 40 metros de perímetro de copa y 30 metros de altura, fue talado en 1879 para prolongar una calle que uniera la estación del tren con el centro de la ciudad. La tala de este histórico árbol promovió la fundación de un periódico semanal llamado “El Carbayón” del que Clarín fue colaborador.
También veremos en el reverso un pequeño texto de la novela más famosa de Clarín, “La Regenta” que dice: “…el Confín, una montaña que escondía sus crestas en las nubes y caía a pico sobre valles ocultos…”
Un billete pequeño, desconocido, solitario y efímero. Pocos lo recuerdan; fue el único que este país emitió en ese valor y solo estuvo en circulación hasta 1988, ya que paulatinamente sería sustituido por la moneda de 200 pesetas. ¡De esa sí que vimos en pocos años muchas y diferentes acuñaciones!
Pero la rareza de este billete llega por su numeración. Le tocó un número de serie capicúa, y casi “rotador”, además de también conocido como “radar” o palíndromo numeral. Los número rotadores son cifras obtenidas imaginando un eje de rotación en la posición del dígito central y combinando dígitos que sean ceros (0), seises (6), ochos (8) o nueves (9), que al girarlos 180 grados se leen igual. En este caso expuesto sigue percibiéndose como número legible una vez volteado, pero no es el mismo.
En la imagen del anverso, directa y volteada, podréis comprobar este raro capicúa que se lee igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha, incluso dándole la vuelta con un giro de 180 grados. Siempre combinaciones de cifras ordenadas de manera que se muestran como número legible en cualquier posición que demos al billete (directo o volteado).
De este peculiar diseño se emitieron billetes sin letra de serie (como el capicúa rotador que se muestra al inicio), billetes precedidos de las letras A a la M y billetes de series especiales, las de reposición 9A y las series estadísticas 8A, 8B, 8C y 8D.
Fueron impresos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT). Sus firmas, estampadas simultáneamente a la impresión del billete, son de José Ramón Alvarez Rendueles como Gobernador, Miguel Palazuelo Garcia como Interventor y Jesús Urdiola Salvador como Cajero. Su marca de agua, el mismo Clarín en una imagen de cabeza y torso.
Y para finalizar el paseo por este gran billete, os muestro un ejemplar con la firma del cajero impresa (como en todos los ejemplares) y también manuscrita por D. Jesús Urdiola Salvador, quien fuera Cajero del Banco de España durante 18 años, entre 1979 y 1992. Una pequeña joya manuscrita por quien le dio valor como dinero circulante, un aragonés de Magallón (Zaragoza) que nos dejó en 2004.
¡Espero que os gusten!
Os muestro un billete de 100 pesetas de 1970 de España, el último que se emitió con este valor en papel, ya que a partir de entonces las cien pesetas solo las veríamos en monedas.
El billetario español ha estado siempre muy enraizado con la cultura y la historia y este último billete pequeño no podía ser menos. Nos muestra en su anverso el retrato del insigne músico Manuel de Falla, nacido en Cádiz (España) en 1876 y exiliado a Argentina donde falleció en 1946. En su reverso el patio de Surtidores del Generalife de Granada.
Su tirada alcanzó los mil millones largo de ejemplares repartidos entre numeraciones sin serie, con series de la A a la 7Z y numeraciones especiales 9A, 9B y 9C.
¿Y qué tiene este billete de raro? Fijaros en su numeración …
...se aprecia diferente número en la serie superior izquierda respecto de la serie inferior derecha.
Os mostraré el que, para mí, es el billete más bonito del billetario español del siglo XX.
¡Tesoro de coleccionistas y apasionados de la Notafilia!
El Ángel, como se le conoce popularmente, fue emitido en 1907 con el valor de 1000 pesetas en un tamaño de 155x120(mm). Se sacaron 500.000 ejemplares. <En 1907 un albañil cobraba 80 pesetas al mes>
Su anverso nos muestra un ángel cargando sobre su hombro el globo terráqueo y a su derecha una orla en espiral con las leyendas “Industria”, “Agricultura”, “Comercio” y “Navegación”; en las esquinas inferiores los escudos de Castilla y León.
Su reverso presenta una alegoría representando al escudo nacional, entre columnas una dama coronada con un león alado sujetando una espada y a su regazo un león protector; sobre la columna izquierda se simboliza los Reinos de Castilla y León; sobre la columna de la derecha se simbolizan las barras del Reino de Aragón y las cadenas de Reino de Navarra.
Fue impreso en el Banco de España con papel procedente de la ciudad francesa de Arches.
Su marca de agua en el círculo blanco representa al Rey Carlos I, mirando hacia el centro del billete, en la parte superior centrada la cifra de 1000 y en el pie del billete la leyenda “Banco de España” en mayúsculas. Paradójicamente, no vio la luz hasta 1925, ya que el Banco de España lo reservó hasta entonces para evitar una saturación de billetes de alto valor coexistiendo en la misma época (ya que en los inicios del siglo XX circulaban emisiones impresas por Bradbury & Wilkinson de Londres, las 500 pesetas de mayo de 1907 y las 500 y 1000 pesetas de julio de 1907) ¡Estas las presentaremos otro día!
¡Hoy es completo para “el Angel”! … que lo disfrutéis!
Las "Series de sustitución" del billetario español son emisiones especiales para control y reposición de billetes que se retiran por deteriorados. Se complementan con las "series para estudios estadísticos". Las primeras suelen emitirse con el número de serie precedido de la pareja número-letra 9X, donde la X puede alcanzar diferentes letras del abecedario, comenzando por la A. Del mismo modo para las series estadísticas pero para éstas la pareja de inicio de la serie es la 8X, con la X comenzando con la letra A. Siempre son consideradas Rarezas por sus cortas emisiones y por ser caprichos de coleccionistas.
Hoy, un día de de junio de 2014, me voy a permitir compartir con vosotros, en la coyuntura que estamos viviendo, una sencilla cadena de coincidencias llevadas al campo de la Notafilia. Nuestro Rey Juan Carlos I se va, ha abdicado del trono, que muy pronto ocupará su hijo como Rey Felipe VI, como sentencia la Constitución Española aprobada en 1978. Un año más tarde, en 1979 vieron la luz unos bonitos billetes de 5000 pesetas que nos mostraban su retrato.
Del mismo modo que nuestro Rey va a ser sustituido, se emitieron unas series llamadas de reposición o sustitución, todas iniciadas con la serie 9X donde la X llegó a emitirse con las letras A, B, C, D, E y F.
¡Qué mejor momento para repasar nuestra historia reciente que contemplando a nuestro Rey y los billetes de sustitución que circularon paralelamente a sus inicios como Rey de la España Democrática!
Me parece una buena oportunidad de verlos agrupados. ¡Espero que os gusten!
El 23 de enero de 2016 se ha cumplido el 500 aniversario de la muerte de Fernando el Católico, al que debemos considerar “primer rey de España”, como él se hizo presentar, “Hispaniarum Rex”, después de su boda con Isabel de Castilla (Isabel la Católica) y tras la conquista a los musulmanes del Reino de Granada en 1492.
Figura que supuso la transición del mundo medieval al moderno, defendiendo la cristiandad, iniciando la expansión ultramarina, que colocó en América al primer rey europeo, y auténtico estratega en la política europea para unir sus dos mundos, el romano y el germánico.
Fernando II de Aragón, Fernando V de Castilla y Fernando III de Nápoles, que será recordado como Fernando el Católico fue Rey de Aragón, Castilla, León, Toledo, Galicia, Sevilla, Murcia, el Algarbe, Algeciras, Gibraltar, Valencia, Mallorca, Navarra, Cerdeña, Córcega, conde de Barcelona, conde del Rosellón y la Cerdaña, duque de Atenas y Neopatria, señor de Vizcaya, duque de Montblanc, conde de Ribagorza, señor de Balaguer, marqués de Oristán y Gociano, duque de Noto, conde de Augusta, señor de Piazza y Caltagirone, rey de Sicilia, gobernando en Granada, las Islas Canarias y las ciudades de Bujía, Argel y Trípoli. Recibió del Papa Alejandro VI el Imperio sobre las Indias, el Reino de África, el trono imperial de Constantinopla (tras la victoria en Cefalonia) y del Papa Julio II la soberanía de Jerusalem.
Sirva este quingentésimo aniversario del primer Rey de España para rescatar y contemplar un bonito billete editado en su honor. El billete de 1 peseta de España de 1943 (tamaño 72x52mm) nos ofrece en su anverso el rostro y torso de Fernando el Católico, del grabador de la FNMT Camilo Delhom y en su reverso una reproducción de un fragmento del cuadro Desembarco de Colón en el Nuevo Mundo, obra de Dióscoro Teófilo Puebla Tolín (1862).
¡Espero que os guste!
Nos acercamos al billetario español dedicado a uno de sus célebres marineros en esos años en que España y Portugal se lanzaban a la conquista del Mundo surcando sus mares.
Juan Sebastián Elcano (navegante vasco) participaría junto a Fernando de Magallanes (explorador portugués) en la expedición que culminó con la primera vuelta al mundo a través de los mares. Fue Magallanes quien capitaneó la gesta en su salida, un 20 de septiembre de 1519 desde Sanlúcar de Barrameda con cinco naves y 265 hombres, …y sería Elcano quien capitanearía su retorno tres años después con una sola nave y 18 supervivientes.
Los billetes que revisamos son las emisiones de BW&C para el Banco de España de 500 pesetas de 1931, en la 2ª República y de la emisión de la FNMT de 5 pesetas de 1948, ya en la Dictadura del General Franco.
Aunque sería Magallanes el marinero portugués que Carlos I eligió y financió para buscar una ruta hacia las islas de las especias (islas Molucas en la actual Indonesia), no tenemos billetes que lo perpetúen en Notafilia. Sí, sin embargo, de su compañero de misión Elcano, que pudo regresar para contar la epopeya.
¡Hace 500 años!, en busca de especias, bienes tan preciados como el oro y la plata, la realeza española financiaría una expedición que llegase a Asia desde el Oeste, evitando así enfrentamientos con los portugueses, que eran en el s.XVI los señores de los mares del Este.
Un valiente, perseverante y leal Magallanes comandó una expedición no exenta de deserciones, motines, condenas, enfermedades y destierros, navegaría por rutas nunca antes conocidas, aunque moriría antes de poder rendir cuentas a su rey.
Después de bordear Sudamérica, dando nombre al estrecho de Magallanes (donde el Atlántico austral se une con el Pacífico), cruzar el Pacífico hasta las actuales islas Filipinas (murió a manos de los indios en la mitad de su periplo), sería Elcano, capitán de una de las naves (la nao Victoria) quien llegando a las islas de las especias, motivo del viaje, tomaría el mando para el regreso. Cruzando el océano Indico bordearía Africa por el sur poniendo rumbo nuevamente a España.
Culminarían esta gesta tres años después de su partida, llegando a Sanlucar de Barrameda un 6 de septiembre de 1522.
Antonio Pigaffeta, explorador y noble veneciano a bordo como cronista de la expedición, narraría y publicaría en primera persona las vivencias de este hito, la primera vuelta al mundo, cinco siglos ha.
El billete de 500 pesetas de España de 1931 nos ofrece en su anverso un grabado de Juan Sebastián Elcano (extraído de la ilustración de Luis Fernández Noseret para el libro “Retratos de Españoles Ilustres” de un dibujo de José López Enguidanos) en el tercio izquierdo bajo una arcada entre columnas con capiteles con cabezas de querubines clásicos. El tercio central nos ofrece sobre una multicolor cicloide los textos de fecha y valor, junto al nº de serie. El tercio derecho hace de ventana para la marca de agua. Cromaticidad en tonos marrones y rojo burdeos con el dibujo de Elcano en tonalidades azul grisáceas.
Lleva las firmas de Julio Carabias como Gobernador, Adolfo Castaño como Interventor y Bonifacio Burgos como Cajero. Fue impreso en New Malden-Surrey por la empresa inglesa Bradbury, Wilkinson & Co. No saldría a circulación hasta 1938, desmonetizándose un año después.
Su reverso está presidido por un grabado extraído del óleo sobre lienzo “Desembarco de Elcano en Sevilla”, obra del pintor vasco de Elías Salaverría que dibuja la llegada y descenso de los 18 supervivientes al puerto de Sevilla el 8 de septiembre de 1522. A su derecha un marco ovalado con la nao “Victoria” en su interior, una roseta recto-lobulada en su pie con el valor en nº y una cartela con el texto “Primus Circumdedisti me” coronando el óvalo y circundando un globo terráqueo. Los nºs de serie en las cuatro esquinas en tipografía roja y sin letra de serie.Cromaticidad predominante en tonos marrones y rojos burdeos.
Aún siendo un billete en época republicana sigue ofreciendonos representaciones culturales de cierto patriotismo, recurrente incluso al pasado como descubridores y conquistadores en una España imperial.
El otro billete que contemplamos, el ejemplar de 5 pesetas de España de 1948 fue emitido por la FNMT (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre) de Madrid. Obra del grabador Carlos Velamazán, nos ofrece en el anverso a un Juan Sebastián Elcano más castizo; el vasco nacido en Guetaria (1476-1526) se muestra con boina con una escarapela en su lateral, jubón con el cuello abierto y rostro serio mirando ladeado. El grabado fue extraído del cuadro de Ignacio Zuloaga (Eibar 1870-1945) que pintaría en 1922 para la Diputación Foral guipuzcoana en conmemoración del cuarto centenario de la finalización de la gesta. Lleva las firmas de Antonio Goicoechea como Gobernador, Victoriano Martín como Interventor y Antonio Rguez. Morales como Cajero. Cromaticidad monocromática en tonos verdosos.
Para el reverso nos guarda un entramado rectangular de cicloides con una especie de sello entre espigas al centro con el texto del Banco de España y su valor en letras. A ambos lados su valor en número y en las esquinas alternas, superiorderecha e inferior izquierda sus nºs de serie en tipografía roja. Fue desmonetizado en 1971.
La marca al agua nos muestra la cabeza de Neptuno (dios romano del mar), coronado y con tridente en el billete de 500 pesetas de 1931 y el rostro del pintor Zuloaga en el billete de 5 pesetas de 1948.
Desde la Notafilia, interesante recuerdo patrio de un ilustre navegante a los 500 años de su epopeya. ¡Espero que os guste!
20 de septiembre de 2019
Nos acercamos hasta Burgos (España), segundo municipio en población de la comunidad de Castilla-León, para acompañarles en la celebración del octingentésimo aniversario de la construcción de su Catedral.
En el segundo semestre de 2021 hará 800 años que fue colocada la primera piedra de lo que hoy es la primera Catedral gótica de España. Por aquel entonces Burgos era la capital del Reino de Castilla y León. Aun pasarían casi cuarenta años hasta que la Catedral fuese consagrada como Templo en su totalidad, allá por 1260. En siglos posteriores se construyeron un nuevo claustro, nuevas capillas y se remodelaron otras, concluyendo en el s. XVIII con la práctica totalidad de la edificación que actualmente contemplamos.
La catedral burgalesa, también conocida como “Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María” es a la vez catedral metropolitana y basílica. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. El billetario español del siglo XX ha utilizado su fachada y alrededores como viñeta de diferentes emisiones en sus pesetas.
Vamos a contemplar los billetes de España de 50 pesetas de 1907, 100 pesetas de 1936, 2 pesetas de 1937 y 2 pesetas de 1938. Todos ellos coinciden en mostrar parte de la Catedral de Burgos en alguna de sus composiciones, bien de anversos o de reversos.
Su fachada principal es de estilo gótico clásico, con ciertas semejanzas a las grandes catedrales galas, como la Catedral de Notre Dame de Paris o la Catedral de Notre Dame de Reims. Es una edificación de tres cuerpos y dos torres laterales con portadas góticas de arcos apuntados como fachada principal, coronadas éstas por agujas caladas de estilo germánico.
También contemplaremos en su fachada sur, junto a la plaza, portadas góticas (s. XIII) y portadas renacentistas y platerescas (s. XVI), así como un cimborrio-torre (s. XV) coronado con pináculos y chapiteles rematados con terminación en agujas piramidales. En su interior se entremezcla arquitectura, pintura y escultura de múltiples estilos (gótico, flamenco, renacentista y barroco).
El billete de 50 pesetas de España de 1907 nos ofrece en su reverso una vista completa de la entrada a la plaza de la Catedral desde el Arco de Santa María tras acceder por el puente homónimo. Se divisa la fachada exterior de la puerta del Arco y tras ella las torres y cimborrio de la Catedral.
Impresos por la empresa Bradbury, Wilkinson & Company de Londres, lleva las firmas de José Sánchez Guerra como Gobernador, Emilio Rodero como Interventor y Luis Clemente Fabiani como Cajero. Pertenece a una emisión de reserva, con 10.000.000 ejemplares de tirada sin letra de serie, por lo que no fue puesto en circulación hasta 1926. Su anverso nos muestra dos alegorías femeninas a los lados y un medallón tipo camafeo real al centro.
El Arco de Santa María era una de las doce puertas de acceso a la ciudad medieval. Fue construido en el s. XV y remodelado en el s. XVI y comunica el puente de Santa María (sobre el río Arlanzón) con la plaza del rey San Fernando o plaza de la Catedral.
El billete de 2 pesetas que revisamos fue emitido en Burgos por el bando nacional (responsable del alzamiento contra la República) en plena Guerra Civil. Burgos era la sede de la Junta técnica del Gobierno de Franco (general al mando de los militares sublevados). Se realizaron dos emisiones, en 1937 y en 1938. Ambas llevan la leyenda “II Año Triunfal” bajo la fecha del anverso; una cierta arenga hacia el cambio de etapa, ya que el bando nacional iba ocupando nuevos territorios al bando republicano pero la Guerra Civil no concluiría hasta abril de 1939.
En su anverso se viñetea en el lateral izquierdo el Arco de Santa María y las siluetas tras él de las torres laterales y cimborrio de la Catedral de Burgos, en una vista tomada desde la parte izquierda del puente sobre el río Arlanzón. Al lado derecho, una columna figurada de hojas de acanto sobre base pedestal y bajo capitel clásico centran un cicloide ovalado con el valor numeral del billete. Sobre el capitel la palabra “DOS” y bajo la base el texto “PESETAS”.
Su reverso está formado por un juego de guilloches/cicloides entre las cintas “Banco de España” y “Pesetas”, con el valor “2” al centro. En las cuatro esquinas sendos discos con cicloides en mariposa. Los números de serie se alternan en las esquinas izquierda superior y derecha inferior, tipografiadas en tinta negra. Al pie un cartucho con el texto del impresor “Carte Valori Coen & C. Milano”.
Impresos por la empresa italiana Coen e Cartervalori en Milán, se emitieron 15.000.000 de ejemplares con la fecha 1937 (de las series A y B) y unos 140.000.000 (de las series A a la N; estimación no confirmada). Llevan las firmas de Ramón Artigas Gracia como Gobernador, Antonio García Victoria como Interventor y Juan Villarroya Masfarner como Cajero.
También el billete de 100 pesetas de España de 1936 nos ofrece al reverso la fachada lateral de la Catedral, esta vez vista desde la diagonal de su fachada principal, con la portada de arcos apuntados y las dos torres con agujas caladas apuntando al cielo y el cimborrio sobresaliendo tras ellas. La viñeta se muestra tras un arco multilobulado sujeto por dos columnas clásicas a modo de puerta. Sobre el arco aparece el texto identificativo del Banco.
Su anverso presenta una trama repetitiva con el valor 100 del billete tanto en el fondo como en el marco de greca ondulada que lo encierra, el cual ocupa las 4/5 partes del billete. En su interior juegos de guilloches dan base a los textos de valor, lugar y fecha de emisión y firmas de sus validadores. En la columna derecha, fuera del marco, el nº de serie en tipografía roja y el valor numeral del billete sobre un cicloide circular estrellado.
Impresos por la empresa alemana Giesecke & Devrient de Leipzig, se emitieron 28.000.000 de ejemplares (de la serie A a la X). Llevan las firmas de Ramón Artigas Gracia como Gobernador, Antonio García Victoria como Interventor y Juan Villarroya Masfarner como Cajero.
Presentan como medida de seguridad (típica de esta imprenta) unas incrustaciones de pequeñas tiras con el texto “Banco de España” en diferentes coloraciones.
En 2012, España emitiría una moneda de 2 euros conmemorativa con la imagen de las torres y el cimborrio de la Catedral de Burgos, en su serie de Patrimonios Nacionales catalogados por la UNESCO.
En 2018, la moda del billete de fantasía de 0 euros también nos ofrecería un ejemplar con la Catedral en su anverso
Nos acercamos a los primeros pasos del papel moneda español a través de un peculiar billete, tipo “sábana”, de 4.000 Reales de Vellón de 1835 emitido por el Banco de San Fernando.
El Banco Español de San Fernando nace de la necesidad de reforzar la posición y peso de un debilitado Banco de San Carlos (primer banco español, fundado en 1782 bajo Cédula real -de Carlos III, pero con capital privado). Se creó en 1829 de la mano de los mismos accionistas que su antecesor y supuso la liquidación de este último. Podríamos indicar que fue el primer Banco español emisor de billetes, dado que su antecesor, el Banco de San Carlos se limitó a la emisión de cédulas, que reconocían una deuda u obligación pero no un pago al portador.
Se mantuvo como único emisor de billetes hasta 1844, año en que irrumpieron el Banco de Isabel II y el Banco de Barcelona. En 1847 el Banco de Isabel II y el de San Fernando se fusionaron en una sola entidad, que mantuvo el nombre de Banco de San Fernando.
Fue precisamente el Banco Español de San Fernando el que apenas dos décadas después de esta emisión (en 1856) se transformaría en el Banco de España y daría entrada en el billetario nacional a las emisiones de varios Bancos provinciales de diferentes ciudades españolas.
España en 1835 acababa de estrenar el reinado de Isabel II (1830-1904) bajo la regencia de su madre María Cristina (esposa del rey Fernando VII). Isabel II reinaría entre 1833 (muerte de su padre) y 1868, aunque en su primeros años siendo una niña el país se hallaba inmerso en la 1ª Guerra Carlista (1833-1840), guerra civil por la disputa del trono entre Carlos María Isidro de Borbón (hijo de Carlos IV y hermano de Fernando VII, o sea tío de la reina niña) y la propia reina Isabel II. Cristinos (isabelinos) y carlistas estuvieron en contienda varios años, culminando esta primera guerra con el Abrazo de Vergara en 1839, donde el General Espartero (isabelino) y representantes carlistas firmaron la paz.
El billete de 4.000 reales de vellón de 1835 –Banco de San Fernando nos ofrece al anverso un marco-orla de grecas en forma rectangular, obra de los grabadores Mariano González Sepúlveda y Rafael Esteve, en composición repetitiva que enlaza hojas de acanto con figuras de querubines alados, cabezas de carneros, cabezas de aves y botones florales.
Impreso en papel satinado muy fino, conocido como “papel de China” (de fabricación castellana, por la empresa Grimaud de Guadalajara), lleva las firmas a mano del Conde de Guaqui como Comisario Regio, Francisco Fernández Suárez como Cajero y Andrés Caballero como Director. También la numeración de serie y su valor aparece manuscrita. Se estima que su tirada fue de 1.000 ejemplares (fuente: Enciclopedia de Billetes de España, edición Filabo 2006), aunque circularon poco entre particulares y más en operaciones con el Tesoro y otras entidades administrativas estatales de entonces. Tiene un tamaño de 158x230mm
Al centro superior el escudo del Banco Español de San Fernando en forma de disco entre dos querubines; en su interior dos brazos estrechando sus manos bajo el texto “FIDES PUBLICA”.
Los querubines cruzan ramas de laurel y espigas de trigo coronando el logo. A derecha e izquierda, en las esquinas de este marco superior, los escudos de León y Castilla soportados por dos telamones infantes.
Para la greca inferior mantienen la ornamentación del marco superior pero sustituyendo el escudo del Banco por dos cornucopias de flores cruzadas y flanqueadas por dos querubines. En las esquinas los mismos escudos de León y Castilla en posiciones alternadas (izquierda y derecha respectivamente).
Sus peculiaridades nos sorprenden con un horario definido para su cobro, “El Banco …pagará …al portador …en metálico … desde las diez hasta la una del día”.
¿no os suena algo si analizamos como operan los bancos actuales con sus clientes para determinadas transacciones (ingresos, pagos en metálico…)?
¿SERÁ QUE LA HISTORIA SE REPITE?
También puede resultar anecdótica la penalización definida ante su falsificación; el texto grabado en su lateral derecho y en mayúsculas cursivas “PENA DE MUERTE AL FALSIFICADOR” debió ser muy sugestivo,…y es que 4.000 reales era mucho dinero. Sin embargo sí fueron contrastadas falsificaciones, aunque desconozco si la pena aludida fue aplicada a los responsables de las mismas. Esta leyenda aparece en el lado derecho del marco greca, en posición de lectura de arriba hacia abajo.
Como si se tratase de un sello en seco, contemplamos el texto “BANCO ESPAÑOL” y el valor “4000R” en dos cajetines horizontales superpuestos (arriba y abajo) encerrando el texto grabado al centro del billete.
Al ser un billete uniface, no tiene definidas composiciones en su reverso, aunque el finísimo papel de China utilizado traspasa completamente los detalles de firmas, cajetines y sellos en seco de su anverso.
Su papel de base no presenta ninguna filigrana ni marca de agua. En cuanto a su catalogación internacional, no aparece reflejado en la enciclopedia SCWPM por lo que no os puedo indicar ningún nº pick de clasificación. Si lo está, obviamente en catálogos españoles.
Una joya de papel en los primeros pasos del papel moneda en España que merece una pausada revisión. ¡Espero que os guste!
Recalamos en España para revisar el primer billete de 1.000 pesetas emitido en el reinado de Juan Carlos I. Formó parte de una serie de valores dedicados a figuras de la Literatura nacional y vio la luz a finales de los años ’70 del s.XX.
El billete de 1.000 pesetas de España de 1979 homenajea al famoso novelista Benito Pérez Galdós y a la tierra que lo vio nacer, las Islas Canarias. De dibujos de Daniel Vázquez Díaz y grabados de Pablo Sampedro Molero (anverso) y Antonino Sánchez Gutiérrez (reverso), fue impreso por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) en Madrid.
Lleva las firmas de José Ramón Álvarez Rendueles como El Gobernador, de Miguel Palazuelo García como El Interventor y de Jesús Urdiola Salvador como El Cajero. Su cromaticidad predominante verde clara con trazos azules y grises. Textos en azul oscuro y número de serie por duplicado en el anverso en tipografía roja.
Así, el billete de 1.000 pesetas de España de 1979, dedicado a Benito Pérez Galdós, compartió serie con el de 200 pesetas de 1980 de Leopoldo Alas –Clarín, el de 500 pesetas de 1979 de Rosalía de Castro y el de 2.000 pesetas de 1980 de Juan Ramón Jiménez. Todos ellos escritores españoles nacidos en el siglo XIX.
Se emitieron gran cantidad de series con diferentes formas de numeración:
- sin letra de serie
- con letra de serie como prefijo entre la A y la Z
- con número y letra de serie como prefijo entre la 1A y la 7Z
- con doble letra de serie, una como prefijo y la otra como sufijo, hasta la S-E
- series estadísticas con 8A o 8B como prefijo
- series de reposición con 9A, 9B, 9C, 9D, 9E y 9F como prefijo
- serie 17S como prefijo, de uso incierto
Nos ofrece a la derecha del anverso el rostro y torso del escritor canario Benito Pérez Galdós. El retrato fue extraido del lienzo pintado al óleo por Joaquín Sorolla en 1894 cuando el novelista tenía 51 años. El óleo se expone en su casa museo en Las Palmas de Gran Canaria. Su rostro también aparece incrustado como marca de agua del billete.
Al centro inferior se dibuja un drago, árbol milenario que encontraremos en los alrededores de Icod de los Vinos, (municipio de la isla de Tenerife) y en la esquina superior derecha el escudo de armas del rey Juan Carlos de Borbón. Para su anverso izquierdo espacio en blanco para la marca de agua junto al nº de serie, arriba, y el valor del billete sobre cicloides, abajo, con la identificación del impresor.
Benito Pérez Galdós (1843-1920) nació en Las Palmas de Gran Canaria. Su padre, un coronel que luchó en la Guerra de la Independencia contra los franceses, le inculcó en su niñez la pasión por los relatos y crónicas históricas vividas como militar, quizás el caldo de cultivo que culminaría en hacer de él uno de los mejores cronistas de la época.
Inició estudios de Derecho en Madrid pero su vocación le dirigiría más hacia la Literatura. Asiduo de teatros, ateneos y tertulias en la capital, conocería a Clarín con quien le unió una gran amistad. Viviría en esos años la Revolución de 1868 “La Gloriosa” y la caída de la reina Isabel II e inicio del Sexenio Democrático (Gobierno Provisional 1868-71, reinado de Amadeo I 1871-73 y 1ª República 1873-74).
Su primera novela “La Fontana de Oro” la publicó en 1870; escribiría muchas más (Doña Perfecta, Fortunata y Jacinta, Misericordia, …), obras para teatro, ensayos, cuentos, pero si en algo sobresalía realmente fue en el realismo como cronista de la historia, algo que plasmó en sus Episodios Nacionales (que redactaría entre 1872 y 1912), una crónica de la memoria histórica de la España del siglo XIX narrada en cuarenta y seis novelas a lo largo de cinco series.
Nombrado académico de la Real Academia Española (RAE) en 1897, también ejerció como político y estuvo nominado al Premio Nobel de Literatura en 1912.
Es precisamente de uno de sus Episodios Nacionales, el dedicado a la ciudad de Zaragoza en su primera serie sobre la Guerra de la Independencia contra los franceses, en su episodio seis capítulo XXIX, donde se recoge la frase que iba a acompañarle en el billete emitido en su honor. Así en el lado derecho del reverso del billete de 1.000 pesetas de 1979 aparece el texto “…y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde”, en letra autografía del escritor. Pérez Galdós nunca estuvo en Zaragoza pero supo retratar en sus relatos el sufrimiento y la destrucción de esta heróica ciudad asediada por los franceses desde 1808.
Las composiciones del reverso nos muestran una panorámica de las Cañadas del Teide, con su ladera y el Roque Cinchado en primera línea. En la isla canaria de Tenerife y dentro del Parque Nacional del Teide (Patrimonio de la Humanidad desde 1954) se alza esta peculiar roca de 27 m de alto, a 2100 m de altura sobre el nivel del mar y a escasos 300 m del volcán Teide. Forma parte de los conocidos “Roques de García”, todos formaciones rocosas cercanas con aspectos similares.
El Roque Cinchado también es conocido como “Árbol de Piedra” o “Dedo de Dios” (aunque esta última denominación lo es después de que desapareciera por una tormenta el original “Dedo de Dios”, parte alta de la formación rocosa basáltica Roque Partido de la isla de Gran Canaria).
Y para finalizar el paseo por este interesante billete, os muestro un ejemplar con la firma del cajero impresa (como en todos los ejemplares) y también manuscrita por D. Jesús Urdiola Salvador, quien fuera Cajero del Banco de España durante 18 años, entre 1979 y 1992. Una pequeña joya manuscrita por quien le dio valor como dinero circulante, un aragonés de Magallón (Zaragoza) que nos dejó en 2004.
La “lechuga” que inauguró el billetario de la Monarquía de Juan Carlos I, con guiño a Canarias y a uno de sus ilustres. ¡Espero que os guste!